Ultimas Noticias

DESCARGATE NUESTRA APP...!!!
PUBLICITE AQUI....!!!-Whatsapp_+543774439133-

Explota una caldera y mata un operario

 Joel no se murió, lo mataron



 

A las 16:20 de la tarde de este lunes 25 de enero, ocurrió un trágico suceso en las instalaciones de las barracas propiedad de Duhalde, ubicado sobre ruta provincial 126, a pocos metros de su intersección con ruta nacional 119. El operario de 23 años, identificado como Sergio Joel Rodríguez, sufrió heridas fatales, luego de que explotara una vieja caldera a su lado.

 

Su madre fue notificada por un compañero de trabajo, quien, mediante una llamada telefónica, le avisó que su hijo había tenido un accidente laboral. Al llegar al lugar, uno de los dueños de la empresa se acerca a la madre y de forma imprevista le dice “mis sentidos pésames”, y fue así como la mamá de Joel se entera que su hijo ya no estaba. Otro de los dueños de la empresa sale de la planta en su vehículo con sus vidrios levantados, inmutable, sin siquiera mirar a la madre que quebraba de dolor por la muerte de su hijo hacía más de dos horas en el portón.

 

El cuerpo fue trasladado en un utilitario Fiorino, propiedad de la Municipalidad de Curuzú Cuatiá, que ingresó al predio en compañía de un efectivo policial. Minutos después que fuera cargado el cuerpo del joven, y sacado del lugar, la madre fue informada que en dicho vehículo se habían llevado los restos mortales de su querido hijo.

 

Una vez los familiares llegaron a la morgue del hospital Fernando Irastorza, consultaron por el cuerpo del joven, y se le comunicó que no tenían noticias al respecto, aun cuando una de las familiares desenmascaró al policía que traslado el cuerpo en el vehículo municipal: “Te vimos que saliste en la Fiorino de la municipalidad, traías el cuerpo, y ¿ahora no sabés nada, no sabés dónde está?”, fue una de las interrogantes que esgrimieron los familiares ante el efectivo policial, quien confesó “tengo órdenes de no dar información”.

 

Según venía comentando la víctima a su madre tiempo atrás, el dueño de la empresa lo había tildado de “jefe” o “encargado”, endosándole responsabilidades que no le correspondían, y hasta lo obligaba a trabajar en ese puesto, para el cual no estaba calificado, y en el cual ningún compañero quería trabajar porque todos temían que sucediera lo que sucedió. Y no fue la primera vez. La caldera ya tuvo sus inconvenientes, y fue precariamente restaurada, solo para saciar la sed de dinero de la patronal.

 

Cabe hacer hincapié en que la cúpula de la empresa, ni ningún representante se acercó a la morgue a brindarse con la familia. La Municipalidad ofreció la cobertura del sepelio, aunque parece raro que, siendo un trabajador registrado, y supuestamente con seguro y ART, la empresa haya dejado en manos de la Comuna la situación. Es importante hacer saber que el dueño de la empresa es miembro de la mesa chica de la Unión Cívica Radical de Curuzú Cuatiá, color que gobierna la ciudad hace tres años.