Captado por cámaras de seguridad del local, muestra al dueño ingresando al negocio con paso aplomado, seguido de cerca por su empleado, quien según testigos llevaba días reclamando un aumento de sueldo. La ironía, como bien señalan los presentes en el lugar.
Al llegar a la caja registradora, Fuentes se gira abruptamente y, según versiones, "le soltó un sermón que hasta una vaca se habría puesto colorada". El empleado,no aguantó la presión de la olla y respondió con un empujón. Lo que siguió fue una trifulca barata: bandejas de carne volando por los aires, clientes corriendo haciai afuera del local, y los dos hombres enredados en el pasillo, " como carne para chorizo".
Mientras el dueño se recupera de lo que él llama un malentendido entre colegas, el empleado cuyo nombre se mantiene en reserva para evitar que lo marquen, habría abandonado el lugar.
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