Tal como ella lo quería, en la tarde de este jueves se realizó la inauguración del hospedaje para pacientes oncológicos "La casita de Elena", que se encuentra en calle Caá Guazú entre Gobernador Gómez y Belgrano.Por razones de salud el Intendente José Irigoyen no pudo estar presentes y en su representación estuvo el Viceintendente Guillermo Morandini quien acompañó a los familiares de la Señora Elena Bonatti, autoridades provinciales, entre las que se encontraban la senadora provincial Verónica Espíndola y el diputado provincial Edgar Benítez, al presidente de la Fundación Oncológica Anna y Elena Bonatti Rocca, doctor Santiago Sturla, la directora general del Centro Ingrid Rung, miembros del directorio, e integrantes de fundaciones y asociaciones que representan a pacientes, familiares y amigos de pacientes, como por ejemplo el Grupo Valientes Curuzú, la Fundación Vero Luque y el Grupo Dona Cabellos, entre otros.Todo se realizó en el marco de una emotiva jornada en la que se realizó el tradicional corte de cintas, descubrimiento de placa e inauguración del hospedaje que cuenta con 9 habitaciones equipadas con baño propio, cocina y heladera individual, también espacios recreativos de uso común, cocina, comedor, lavadero y biblioteca.El alojamiento puede hospedar a 26 personas de manera simultánea y servirá para pacientes y acompañantes que residan a más de 100 kilómetros del Centro Oncológico y necesiten hacerse tratamiento de manera diaria.En el acto, en el que se realizó una invocación religiosa y bendición por parte del capellán del Ejército, padre Norberto Damelio, se escucharon palabras del presidente de la Fundación, quien comentó detalles de la obra, y agradeció al Gobierno Provincial, Municipal y otras instituciones como el Hospital Fernando Irastorza con quienes trabajan de manera mancomunada.Asimismo, también hicieron uso de la palabra el Viceintendente Morandini y la directora General del Centro Oncológico Ingrid Rung, finalizando el acto con una de las frases más memorables de la señora Elena Bonatti: "No le tengo miedo a la muerte, le tengo miedo a la vida cuando desperdiciamos momentos preciosos. El dolor nos enseña a darle un propósito a la vida".
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