Esta mañana, el viento en el extremo Oeste de la ciudad transportó risas que rompieron el silencio de años de espera, abrazos que sellaron promesas y lágrimas que dibujaron caminos de gratitud. El gobernador Gustavo Valdés y el intendente José Irigoyen entregaron las llaves de 56 viviendas de INVICO, un proyecto que el Gobierno Nacional dejó inconcluso y que el Gobierno de Corrientes rescató con inversión y determinación a través del programa Casa Propia.
Cada llave pesa lo mismo que un sueño cumplido. Estas casas, equipadas con cocina y termotanque, no son solo cuatro paredes: son el primer lugar donde un niño dibujará su nombre, donde una abuela guardará las fotos del recuerdo y donde las conversaciones estarán sazonadas de proyectos e ideas con la seguridad de tener su casa.
Hoy, el Primer Pueblo Patrio vio nacer 56 faros de esperanza. En los rostros de los adjudicatarios, mezcla de incredulidad y alegrÃa pura, se resumió lo que las cifras no pueden decir: un hogar no se mide en metros cuadrados, sino en susurros de "al fin".
Redes Sociales